Compré el último libro de Kundera con prisa y lo leí con ansiedad; con la misma prisa y ansiedad con la que me comería ahora mismo una de las deliciosas galletas de cookies de chocolate blanco de María.
Leí con tanta prisa y ansiedad que tuve que volver a hacerlo para poder saborearlo bien. Milan Kundera exige lectores atentos y yo me distraigo con facilidad… La Fiesta de la Insignificancia: 138 páginas con letra grande, llenas de ironía, sarcasmo, historia y, cómo no, filosofía.