A Wislawa Szymborska me la imagino en mi salón, con un té en la mano, disfrutando de uno de los cupcakes de María mientras habla con sorna de lo increíble y maravillosa que es la gente convencional.
Y es que vamos, reconozcámoslo, sí, nos gusta la poesía. Somos dos tías duras, valientes, de pelis de superhéroes, canciones de desamor, cupcakes, libros y poesía, ¿qué pasa?
Szymborska, Gelman y Rilke nos inspiran y nos arrancan una sonrisa, a veces nostálgica, otras irónica. Ellos convierten en rima justo lo que sentimos y lo que pensamos.
El libro de Hasta aquí de Wislawa Szymborska, Nobel polaca, me gusta por su inteligencia, su sentido del humor, su intimismo y su ironía. Delicada, pero mordaz. Aquí va mi poema favorito, ese que a veces leo una y otra vez, en bucle, antes de irme a dormir:
HAY QUIENES
Hay quienes llevan a cabo la vida más hábilmente.
Tienen orden en su interior y a su alrededor.
Para todo la manera y la respuesta adecuada.
Adivinan inmediatamente quién a quién, quién con quién,
con qué objetivo, por dónde.
Ponen el sello en las verdades absolutas,
arrojan a la trituradora los hechos innecesarios,
y a las personas desconocidas
a las carpetas destinadas a ellas de antemano.
Piensan justo lo debido
ni un segundo más,
porque tras ese segundo acecha la duda.
Y cuando los dan de baja de la existencia,
dejan su puesto
por la puerta señalada.
A veces los envidio;
afortunadamente se me pasa.
También me imagino a Wislawa fumando un cigarrillo, divertida con un toque frívolo y profundo a la vez, hablando sobre la maldad y la voluntad:
LA MANO
Veintisiete huesos,
treinta y cinco músculos,
unas dos mil células nerviosas
en cada una de las yemas de nuestros cinco dedos.
Es absolutamente suficiente
para escribir Mein Kampf
o Winnie the Pooh.
A Gelman y a Rilke los dejo de para otro post y ¡qué viva la poesía!
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